domingo, 5 de octubre de 2014

La Musicoterapia

La musicoterapia

      La musicoterapia consiste en la aplicación científica del sonido, la música y el movimiento para facilitar la comunicación, promover la expresión individual, la creatividad y favorecer la integración social. Su uso es cada vez más extenso dentro del contexto educativo como técnica de estimulación temprana, para facilitar el aprendizaje. Cada vez se usa más para conseguir de una forma natural resultados terapéuticos tanto a nivel psicomotriz, como psicológico, energético y orgánico.

    Según (Jauset, 2008), la musicoterapia favorece y estimula el aprendizaje, la coordinación, la expresión emocional, la comunicación, la creatividad, el control de la ansiedad y la mejora del estado de ánimo. También favorece la organización interna (cognitiva y emocional) y el desarrollo general.


     Una de las cualidades de la musicoterapia más apreciada en su aplicación en el ámbito infantil, es que permite la expresión directa, sincera y clara de emociones sin la necesidad de pasar por elementos de juicio racional, lo cual permite a la misma trabajar con las emociones en estado puro y utilizar este elemento, primordial en nuestro desarrollo cognoscitivo, para obtener mejoras en la interacción social con otros niños y, en general, con su entorno; en los niveles de ansiedad y de hiperactividad, en la agresividad, la apatía, la depresión, la autoestima, la atención y la concentración.


Beneficios de la musicoterapia en el ámbito educativo:




  • Estimula el uso de la música para la comunicación no verbal y la expresión emocional.
  • Diversión y disfrute de una experiencia gratificante.
  • Estimula y trabaja los aspectos físicos, cognitivos, emocionales y sociales.
  • Permite descubrir y aumentar la conciencia sobre el propio cuerpo.
  • Estimula el desarrollo de la escucha a través del descubrimiento de sonidos e instrumentos.
  • Favorece la integración grupal y los sentimientos de capacidad.

Algunas estrategias basadas en herramientas biointeligentes:

Cantar: las canciones son una fuente de aprendizaje de vocabulario, y les ayuda a trabajar la correcta estructura de las palabras y las frases. Una canción adecuada para cada actividad dependerá del objetivo a conseguir, la edad y la capacidad del niño.

Audición musical: fomenta principalmente la atención, y puede servir para conseguir momentos de relajación durante la sesión. Además desarrolla la capacidad auditiva y el descubrimiento de sonidos de la naturaleza, melodías, etc.

Juegos de improvisación musical con instrumentos: son todas aquellas actividades que tienen como protagonista un instrumento o una acción musical, que están regidas por unas normas que se deben cumplir, y que tienen un objetivo a conseguir.

Improvisación vocal e instrumental: permite un ambiente flexible en que el niño es libre de tocar o cantar lo que quiere, siempre dentro de unos límites. Este espacio es muy importante para los niños acostumbrados a un ambiente de aprendizaje muy rígido, y fomenta la expresión espontánea y la creatividad.

Composición de canciones: fomenta la creatividad y la imaginación. El niño puede componer una canción cambiando la letra de una canción conocida o inventando una nueva melodía.

Viajes musicales: con ayuda de una audición, guiamos la imaginación del niño hacia otro lugar, como si lo metiéramos dentro de un cuento en el que él es el protagonista y pasan cosas increíbles… 

Tocar instrumentos: la habilidad necesaria para tocar un instrumento implica un desarrollo de ciertas funciones motrices que pueden ser un objetivo en sí mismo. Pero también tocar en grupo o junto con el musicoterapeuta implica trabajar la relación con el otro, la espera de los turnos, la escucha del otro o la coordinación con éste.


Juegos musicales para niños



Canciones para jugar


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